Espacios públicos

Lugares para visitar éste verano en la Ciudad de Buenos Aires

Jardín Botánico de la Ciudad Carlos Thays

El Jardín Botánico de Buenos Aires llamado, desde 1937, Carlos Thays en honor al paisajista Carlos Thays que lo concibió y, desde 2011, Gerencia Operativa Jardín Botánico Carlos Thays se encuentra próximo a los bosques del barrio de Palermo de la mencionada ciudad.

Su extensión es de 79.772 m², posee más de 1.500 especies vegetales, cuenta con numerosas esculturas como «La Primavera» u «Ondina de Plata», «Loba Romana», «Mercurio», «Venus»; y magníficos grupos escultóricos como «Saturnalia» -estatuas de mármol que simbolizan los movimientos de la VI sinfonía de Beethoven («La Pastoral»)- y «El Despertar de la Naturaleza».

Posee además cinco invernáculos, una biblioteca botánica y una biblioteca infantil, todo rodeado de serenos senderos para caminar y contemplar la variada vegetación.

Fue inaugurado el 7 de septiembre de 1898 y su mantenimiento depende del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Desde 1996 es Monumento Histórico Nacional.

Info: https://www.buenosaires.gob.ar/jardinbotanico


Rosedal de Palermo

El Rosedal de Palermo, también llamado Paseo del Rosedal, es un tradicional parque ubicado en el barrio de Palermo de la ciudad de Buenos Aires que integra el conjunto conocido como Parque Tres de Febrero. En sus 3,4 hectáreas posee 18.000 rosales y se encuentran emplazadas numerosas obras de arte, entre ellos 26 bustos de poetas y escritores, un puente griego y un patio andaluz. Fue declarado Patrimonio Cultural de la Ciudad de Buenos Aires por la legislatura porteña el 14 de abril de 2011, lo que implica que cualquier restauración o trabajo nuevo que se le haga debe respetar el diseño original.

Obtuvo en 2012 y 2014 la distinción internacional Garden Excellence Award de la Federación Mundial de las Sociedades de la Rosa.

Posee una gran área en donde se encuentran casi 20.000 rosales, de más de mil variedades. De estas, las más comunes, son: ‘Elina’, ‘La Sevillana’, ‘Johan Strauss’, ‘Charles Aznavour’ y ‘Frederic Mistral’.

También hay otra extensa pérgola que sigue el contorno de la orilla del lago (en el cual circulan botes que se alquilan en el lugar), una glorieta, un puente de los enamorados de estilo griego y otro pequeño puente que permite pasar a una isla que se encuentra en el centro del parque.

Frente al Rosedal se halla el Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori.

Info: https://www.buenosaires.gob.ar/parquetresdefebrero/el-rosedal


Parque Natural Lago Lugano

Las 36 hectáreas que rodean al Lago Lugano y las costas del Arroyo Cildáñez, en Villa Soldati, forman parte de una nueva zona protegida. El área tiene la particularidad de emplazarse sobre un antiguo meandro del Riachuelo y no sobre terrenos ganados al río. Se encuentra entre el límite del barrio Villa Soldati y el Riachuelo, en la zona sur de la Ciudad.

Es un predio ubicado en el sector C del Parque Roca y está delimitado por las avenidas Escalada, 27 de febrero, el margen sur del arroyo Cildáñez y caminos internos. La mayor parte de la vegetación que crece en la zona es autóctona rioplatense. La especie vegetal que más se destaca es la Orquídea del Talar, que crece en la ribera del lago y del arroyo Cildáñez y se ha convertido en el ícono del lugar.

https://www.buenosaires.gob.ar/corporacionsur/parque-natural-lago-lugano


Reserva Ecológica Costanera Sur

Entre 1918 y 1950, en la Costanera Sur, en el actual espacio de la Reserva, funcionó el Balneario Municipal, a donde iban los habitantes de Buenos Aires para disfrutar de un día junto al Río de la Plata. Pero cuando el deterioro de las aguas empeoró, los porteños fueron dejando atrás este paseo.

La situación empeoró con el tiempo: a partir de 1978, comenzaron a volcarse escombros en la zona de la costa rioplatense, con el objetivo de ganarle terreno al río para luego construir allí el Centro Administrativo de la Ciudad. Este proyecto fue abandonado en 1984, dejando una gran cantidad de escombros donde antes los bañistas disfrutaban las tardes.

Con el abandono del hombre, la naturaleza volvió a reclamar este espacio. La vegetación silvestre supo abrirse paso hasta llegar a cubrir el relleno; las inundaciones (frecuentes en el área) junto con el arribo de camalotales ayudaron a que la naturaleza conformase distintos ambientes. Éstos supieron ser aprovechados por distintas organizaciones ambientalistas que, a partir de 1985, desarrollaron allí distintas actividades con fines educativos. Fueron estas organizaciones las que propusieron a las autoridades la creación de la Reserva.

Info: https://www.buenosaires.gob.ar/reservaecologica/actividades

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El autor

Milagros Seijas

Milagros Seijas

Periodista. Egresada de la Universidad Católica Argentina.
Paisajista. Sociedad Argentina de Horticultura.
Jardinería. Escuela Hall, Universidad de Buenos Aires.

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