Por teléfono, la señora Mirtha Legrand nos contó su recuerdo sobre su primera película, «Los martes orquídeas», que da pie a nuestra publicación sobre estas plantas cosmopolitas, que están en todo el planeta pero preferentemente habitan en regiones cálidas.

Efectivamente, como dice la actriz y conductora Mirtha Legrand, entre las más de 25.000 especies de la familia Orquidáceas existen muchas orquídeas que no tienen perfume como por ejemplo Phaleanopsis alba, conocida como orquídea mariposa, un híbrido que no tiene perfume o la
Gomesa bifolia (anteriormente Oncidium bifolium) nativa de Sudamérica, llamada comúnmente orquídea patito.

Pero también hay miles de especies perfumadas como Phaleanopsis schyleriana o las que pertenecen al género de las Cattleya presentes en América Central y Sudamérica. La mayoría de las Cattleyas son muy perfumadas. Una nativa fragante es la Maxilaria picta.

Entre las de poca duración que mencionó Mirtha Legrand están la Dendrobium cuculatum que vive apenas unas horas y la Thyrsiflorum, que algunos le dicen «la ingrata» porque requiere mucha atención para el poco tiempo que se la puede disfrutar.

Pero entre los miles de especies existe una gran cantidad de orquídeas muy apreciadas por sus perfumes y la duración de sus flores.

De buena duración son las Cymbidium, casi todas de muchos colores y la mayoría sin perfume, salvo el famoso híbrido perfumado Cymbidium llamado » Peter Pan».

El origen del nombre

La palabra orquídea deriva del griego ὄρχις (órjis ‘testículo’) e ἰδέα (idéa ‘forma’) y hace referencia a la forma de los tubérculos de las especies del género Orchis, orquídeas de hábito terrestre cuyos tubérculos dobles parecen testículos. Este vocablo se atestigua por primera vez en los manuscritos de la obra «De causis plantarum» del filósofo griego Teofrasto, que datan aproximadamente del año 375 antes de cristo según lo explica la reconocida orquideóloga María Julia Freuler en su libro «Orquídeas» de Editorial Albatros.

Las flores de las orquídeas tienen una capacidad de adaptación sorprendente para que los insectos las polinicen. Son flores irregulares y uno de los pétalos está más desarrollado que los otros dos y se lo llama labelo, una especie de labio. Existen más de 500 géneros con más de 20.000 especies de orquídeas, muchas se cultivan en invernaderos por sus singulares flores y también por su intenso aroma.

En las zonas templadas son hierbas vivaces con un tubérculo subterráneo, mientras en las regiones tropicales y cálidas a menudo son lianas epífitas con raíces aéreas. Cada orquídea establece en sus órganos subterráneos una simbiosis de capital importancia con una especie particular de hongo.

Las orquídeas han capturado la atención de los botánicos por siglos debido a sus fantásticas formas, colores y diversas fragancias. Algunas especies de orquídeas están en peligro de desaparecer, tal es el caso de Lycaste skinneri o monjitas, Stanhopea tigrina o toritos, así que es imprescindible estar atentos a estas especies.

Las orquídeas tienen una amplia gama de tamaños y formas. La variedad de sus flores se puede observar en su tamaño, que va desde unos cuantos milímetros, como las Pleurothallis (miniaturas), hasta más de 25 cm, como Sobralia macrantha.

Los distintos tipos de orquídeas se reconocen por la apariencia de sus flores, es decir su morfología floral.

Todas las orquídeas tienen un patrón básico floral. La flor se desarrolla sobre el ovario; la capa más exterior de las partes florales tiene tres sépalos equidistantes, la siguiente capa tiene tres pétalos, dos de ellos (los pétalos dorsales) son iguales entre sí y diferentes al tercero; este tercer pétalo llamado labelo se modifica para tomar las formas más extrañas, ya que juega un papel muy importante en la polinización. Los órganos reproductores están fusionados en una estructura que recibe el nombre de columna.

Morfología vegetativa

Las raíces en las especies terrestres se originan a partir del tallo, cormos o pseudobulbos; en las especies epífitas, las que crecen sobre otra planta, generalmente un árbol, nacen de un rizoma —es decir de un tallo de donde se desarrollan nuevos brotes. En los dos casos la función adicional es dar soporte a la planta.

Las raíces de las orquídeas son altamente especializadas y capaces de captar las partículas de agua del ambiente; también establecen una relación muy estrecha (simbiosis) con hongos microscópicos mediante la cual ambos organismos se benefician. Esta relación llamada micorriza favorece el desarrollo de la planta y contribuye a su nutrición.

En cuanto a su forma de crecimiento, las orquídeas presentan dos tipos básicos: monopodial y simpodial. Es decir, con un eje de crecimiento principal o con varios.

Las orquídeas crecen en todos los ambientes posibles, excepto en el desierto extremo y las nieves perpetuas, sin embargo, son más abundantes en los trópicos.

El elemento más importante para el desarrollo de las epífitas (viven sobre otras plantas pero no las parasitan) es la humedad; de hecho la máxima diversidad de epífitas se alcanza en los bosques de niebla.

Es necesario tomar en cuenta que las orquídeas tienen temporadas en las que crecen, florecen y descansan. En la mayoría de los casos crecen en temporada de lluvias,

Además, se recomienda evitar el uso de tierra en orquídeas epífitas.

Las orquídeas epífitas tienen dos ventajas para ser cultivadas: en general son resistentes a la sequía y tolerantes a diferentes climas, y la mayoría tienen una amplia distribución geográfica. De cualquier forma, hay que poner atención en su cultivo para lograr resultados satisfactorios.

El reposo es un periodo donde las plantas están en inactividad y suele presentarse en los meses fríos. La época de floración puede coincidir con la de crecimiento, pero en algunas especies la floración precede o es posterior al crecimiento.

Las raíces de las especies de orquídeas epífitas deben estar expuestas, de esta manera se evita el exceso de humedad y con esto la pudrición de las raíces.

¿Cómo comprar una orquídea?

La primera orquídea que llega a manos de una persona generalmente es un regalo, casi con seguridad la planta presenta flores espectaculares o al menos con brotes listos para abrir.

La mayoría inicia su colección con una Phalaenopsis —especie de origen asiático que se ha popularizado en muchas regiones del mundo—, la cual puede permanecer floreciendo por un periodo de cuatro a seis meses en la casa o incluso en la oficina.

Si la orquídea no tiene suficiente luz, muestra los siguientes síntomas: 

1 Planta con hojas verde-esmeralda, oscuras y sin brillo, pero con un sistema de raíces sano.

2 Cada brote nuevo es más pequeño que el anterior.

3 Planta de aspecto débil.

4 No florece o produce muy pocas flores.

Algunos consejos para mejorar la iluminación natural:

1 Mover las plantas a un lugar con una mejor fuente de luz natural, como una ventana más iluminada.

2 Abrir las cortinas de las ventanas cercanas al lugar donde tenga sus plantas.

3 Sacar los objetos o cosas que puedan atajar la luz natural (otras plantas, árboles, muebles, etcétera).

Sin embargo, hay que tener mucho cuidado al cambiar la planta a un ambiente con mayor luminosidad, porque un ejemplar que ha estado expuesto a poca iluminación por un periodo prolongado tendrá hojas delicadas, más sensibles a la luz y pueden quemarse fácilmente.

Por ello, se sugiere mover gradualmente el ejemplar a ambientes más iluminados para permitir que se aclimate lentamente. Si al mantener la orquídea en su nueva ubicación se nota que las hojas comienzan a mostrar signos de quemadura (se vuelven color café o muy secas) se debe alejar la planta de la fuente de luz o darle mayor sombra por una o dos semanas hasta que se adapte al nuevo nivel de luz.

Panamá, Honduras y Guatemala también tienen orquídeas como flores nacionales.

Película adaptación del libro «El ladrón de Orquídeas» de Susan Orlean protagonizada por Meryl Streep, Nicolas Cage y Chris Cooper.

La fascinante orquídea del “balde”, del género Coryanthes, desarrolló un asombroso mecanismo de polinización. Es nativas de áreas tropicales de México, América Central y América del Sur.

Su forma de polinización evolucionó junto a ciertas especies de insectos. La flor produce un aceite aromático que cae adentro del “balde” de la flor. Una abeja orquídea macho, atraída por el fuerte olor, se resbala hacia adentro y para escapar la abeja tiene que arrastrarse a través de la única salida de la flor que es muy angosta, a medida de la abeja. En el esfuerzo por salir los dos sacos de polen de la orquídea quedan pegados a la espalda de la abeja y al volar hacia otra orquídea deposita el polen y produce la polinización.

Fuente: National Geographic.

Black Sabbath, si, la banda británica de heavy metal, Alanis Morissette, la cantante y actriz canadiense y Andrés Calamaro tienen canciones de Orquídeas. Al igual que otros poetas, escritores y cineastas que también fueron cautivados por estas plantas.

Sus flores son difíciles de olvidar, como las que recibió Mirtha Legrand en 1941, en su debut cinematográfico. No hay registros de qué especie de orquídea era la que le enviaba su secreto admirador pero es altamente probable que fueran del género Cattleya, las únicas que se producían en el país por esos años y que se guardaban en cajitas de acetato. Se ve que a Mirtha Legrand las flores le trajeron suerte. Empezó recibiendo orquídeas los martes, a la hora del té, y después a la hora del almuerzo, no paró de recibir flores.

Por consultas sobre riego, plagas, enfermedades, fertilización y sustratos sugerimos consultar la página de orquídeas de la Asociación de productores y cultivadores de orquídeas de Argentina.

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Gracias a:

Enriqueta Caporale

VIVERO KAKI
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Email: viverokaki@gmail.com

Yuki Ogata

OGATA ORCHIDS
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