Connie y su amor por las rosas
Connie Moreno Quintana, sonríe, va de aquí hacia allá, no para. Le gusta ayudar y transmitir sus conocimientos a los demás constantemente, lleva como vocación la animación infantil desde 1982 y entre medio de ese encanto se recibió de Paisajista en el Instituto Argentino de Paisajismo “Luis Yamada” en 1984, también se recibió de Diseñadora Gráfica en 1989, y hoy a punto de recibirse de Paisajista en la Sociedad Argentina de Horticultura. Connie lleva un gran amor en su vida, ¡las rosas! con las cuáles generó un vinculo irrompible, y con ese vinculo, generó amistades inolvidables, entre ellas un amor incondicional por El Rosedal de Palermo. En ésta nota, te contamos su historia.
El Rosedal de Palermo, también llamado Paseo del Rosedal, es un tradicional parque ubicado en el barrio de Palermo de la ciudad de Buenos Aires que integra el conjunto conocido como Parque Tres de Febrero. En sus 3,4 hectáreas posee 18.000 rosales y se encuentran emplazadas numerosas obras de arte, entre ellos 26 bustos de poetas y escritores, un puente griego y un patio andaluz.
Fue declarado Patrimonio Cultural de la Ciudad de Buenos Aires por la legislatura porteña el 14 de abril de 2011, lo que implica que cualquier restauración o trabajo nuevo que se le haga debe respetar el diseño original.
Obtuvo en 2012 y 2014 la distinción internacional Garden Excellence Award de la Federación Mundial de las Sociedades de la Rosa.
-¿Como empezó tu pasión por la rosicultura?
–Empecé con las rosas hace más de trece años. Una vez fuimos con marido y nuestros hijos que eran chiquitos, a almorzar al Vivero La Campiña y ahí compré mi primer rosal. Cuando lo compré decía: “naranja”. Era verano cuando lo planté y recuerdo que dio un montón de flores. Un mes después volvimos a La Campiña, conocí al jardinero que se ocupaba de las rosas y le compré dos plantas más, una amarilla y una rosada, tiempo después supe qué especie era cada una, eran híbridas de té, la que era naranja era una “Cristoforo Colombo”, divina y robusta, la amarilla era una “Elina” de color amarillo mezclado con blanco y la que era rosada es un rosal que se llama “Mc Cartney Rose”.
A partir de ahí, comenzó mi viaje de ida con las rosas es dificilísimo decir: “este invierno no compro rosas” es imposible. Pasó un tiempo y fui comprando de 20 a 50 rosas y conocí a Cristel Vidal, rosicultora, viverista, un sol de persona, la verdad es que es un placer ir a visitarla, ella está en San Pedro, con ella conocí las rosas inglesas.
-Sos voluntaria del Rosedal de Palermo en la ciudad de Buenos Aires: ¿como fue y es tu experiencia en el voluntariado?
-Al gustarme la rosicultura una amiga mía que es fotógrafa me avisó que en Rosedal estaban entregando gajos de rosas, fue ahí que dije quiero reproducir la rosa Valentina Casucci porque quería hacerla para regalársela a ella, quien fue una gran paisajista, jardinera y rosicultora, ella vivía en el mismo edificio que yo, y aprendí muchísimo de ella.
Ella había tenido una quinta grande tenía una gran variedad de rosas increíbles después se mudó y tenía un balcón muy lindo en mi mismo edificio con rosas, yo quería conseguirle una. Así que fui al Rosedal con esa intención especialmente de buscar gajos de la rosa Valentina Casucci que es una híbrida de te es de Melliand de Francia es una variedad de rosas que se les llama “románticas” es una rosa elegante con un follaje oscuro una flor color borgoña yo lo llamo “el color Valentina Casucci” que la representa a ella, muy perfumada.
Cuando fui al Rosedal consulté qué variedades tenían y cuando las nombraron ninguna era Valentina Casucci, volví al día siguiente, y así durante nueve días seguidos hasta que logré conseguir cinco gajos de Valentina Casucci. Llegué a mi chacra los planté en tierra y a lo largo de los siguiente tres meses, de los cinco prosperaron dos y cuando me di cuenta eran diferentes los dos, se suponían que eran los dos Valentina Casucci, una era naranja (Cristoforo Colombo) y la otra si era una Valentina Casucci. En el verano siguiente, después de cinco meses de hacer los gajos ya tenían flores una cosa increíble.
Exposiciones de rosas
«En el 2016 expuse por primera vez en la Asociación Argentina de Rosicultura, presenté diez rosas entre las cuales había cortado una “Cristofolo Colombo” (la cual me habían dado en el Rosedal), me presenté en diez categorías y gané once premios, fue un momento muy lindo. También expuse en la Sociedad Argentina de Horticultura y en Club Argentino de Jardinería».
-¿Como empezó tu relación con el equipo del Rosedal en Palermo?
–La rosa Cristoforo Colombo que presenté en la Asociación Argentina de Rosicultura ganó un segundo premio, me saqué una foto con la rosa y se la mandé a los chicos del Rosedal, la subieron en la página y tuvo una recepción muy linda. Al día siguiente fui hasta el Rosedal a llevarles mi rosa y la tarjeta ganadora, a partir de ahí comenzó mi amistad con ellos. El mismo año se realizó la entrega de esquejes en Rosedal, fui con mi bicicleta y una tijera, les dije: “quiero ayudar” y aceptaron felices, esa vez fue la primera que fui como voluntaria.
Desde hace cuatro años que participo en armar las entregas de esquejes y los gajitos de la poda del Rosedal, ayudar a montar las mesas, poner un mantel verde. Mi primer año fue lo más lindo porque era ver caras tan sonrientes, que venían a buscar gajitos, algunos no sabían exactamente qué venían a buscar, y nosotros les explicábamos lo que estábamos entregando. Aprendí al lado de grandes rosicultoras, las escuchaba atentamente y empecé a estudiar. Mis mejores momentos son esos quince días que estoy en el Rosedal con la entrega de esquejes.
-¿Qué enseñanzas te deja esta pasión?
–Lo que a mi mas me encanta es la gente como te devuelve ese cariño cuando vos les explicas: cómo se hacen los gajitos, cómo los cortamos, porqué los cortamos a bisel, para que sepan que esa es la parte que va arriba, porque si uno los plantara al revés no prendería la rosa, toda esa explicación, ese contacto con la gente es lo que mas extraño hoy, porque éste año no va a haber entregas. Va a haber poda, pero no entregas por el coronavirus. ¡Es un placer para mí que año a año se repita la misma gente, se acercan a decirme: “¡Connie! me prendieron tres gajos, tuvieron flores”es lo que yo valoro, la devolución de la gente cuando vos les das algo y te lo devuelven con una sonrisa, ese es mi amor por el Rosedal eso es lo que hace que me den ganas de seguir yendo y estando en el Rosedal a pesar del frío que hace en pleno invierno.
El primer año fui como voluntaria, y el segundo año me preguntaron si me animaba a organizar y capacitar voluntarios, así que empecé a hacer las capacitaciones. Armamos una manera sencilla para la gente que viene a buscar sus cinco esquejes: que no gasten en tierras caras, en sustratos y en macetas sino enseñarles una manera sencilla de armar su propia maceta con un bidón de agua, buscar tierra y comprar solamente perlita y usar hormona de enraizamiento, dándoles todos los tips como para que pudieran lograrlo.
Lo siento como un hogar, me encanta todo el equipo del Rosedal, llego y me encuentro con los guardias, los jardineros, el Ingeniero Agrónomo Federico Serraino, el equipo de Nicolás Quintana que se ocupa de la comunicación del Rosedal, Martín Cantera que era el gerente operativo, Marcelo Fontenla Vidal, muy lindo equipo y también con el voluntariado de tercera edad que van a cuidar los rosales el cuál fue organizado desde el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, para que la gente de tercera edad proteja el Rosedal.
-¿Con qué rosas me encuentro si voy a lo de Connie?
–Hoy tengo más de 250 rosales entre HT, trepadoras, inglesas, arbustivas y estos últimos dos años comencé a enamorarme de las rosas antiguas.
-¿Cuál es tu próximo sueño por cumplir?
–Mi sueño era tener una casa de fiestas infantiles y lo logré y fui felíz. Mi segundo sueño era tener hijos y también lo logré con sacrificio pero lo logré. Mi tercer sueño es convertir mi chacra en un lugar especial para hacer workshops de jardinería, rosas, frutales, huerta con disertantes y especialistas en diferentes temas, me estoy encaminando. ¿Qué más puedo pedirle a la vida? ¡nada! no puedo pedir mas, tengo lo que más quiero conmigo hoy, mi familia, mis tres amores: Bautista, Santiago y Jorge que me banca y acompaña en todo.
5 Comentarios
Gracias Mili por esta nota… sacaste lo más lindo de mi… Divina!!
Leo el artículo y me divierto mirándome por dentro… pero es cierto, me gusta mucho la gente, esa gente que hace una cola de 30’ bajo el frío del mes de julio para venir a retirar sus 5 esquejes y poder así llevarse un pedacito del Rosedal a sus casas.
Nosotras también pasamos frío y mucho frío pero es tan divertido cuando tenés un lindo equipo de voluntarios que te hace olvidar que hace frío de veras jaja.
Gracias Mili, compañera de Paisajismo, logramos un lindo equipo de estudio también, no?
Un gran placer Connie! nos alegramos mucho que te haya gustado la nota!
Connie, en qué red podemos seguirte? Así estoy atenta cuando empieces a hacer tus workshops, sos muy práctica y explicás muy bien!!! Felicitaciones!!!
Hola Julieta!
A Connie podes seguirla en https://www.instagram.com/conniemorenoquintana/ saludos y gracias por tus comentarios!
Qué hermosa nota.
Felicitaciones a Connie, por ponerle tanto amor a lo que hace.
Una pena que este año no se pueda hacer la entrega de esquejes. En 2021, será un éxito! =D