HuertasJardinería

Sorprendente suba de las huertas caseras. Gabriela Escrivá explica el récord en venta de semillas.

La conclusión es contundente, otra vez, ante la adversidad, buscamos refugio en la tierra, en las plantas. La última vez que hubo un crecimiento exorbitante como este por las huertas caseras fue durante la crisis del 2001. La pandemia y la cuarentena lograron en pocos meses un cambio a favor de las huertas en patios, balcones y terrazas. Solo en el mes de julio la venta de semillas de hortalizas se duplicó y hasta triplicó en algunos locales de semillas y viveros.

Gabriela Escrivá, Técnica en Floricultura y Jardinería, publicó libros, manuales, colecciones y editoriales en Clarín, La Nación, Revista Jardín, varios portales educativos y ojalá algún día nos convide sus conocimientos en Viva la Tierra.

Personalmente, tengo en mi biblioteca varios de sus libros a los que consulto frecuentemente.

Su voz es clara, amable y segura y cuando expone invita naturalmente a escuchar sus conocimientos, y en este caso su análisis sobre su experiencia durante la cuarentena.

-Gabriela: ¿Qué germinó en estos meses de encierro?

-Al estar más en la casa la gente por ejemplo empezó a cocinar masa madre, ahora son todos “chef” y me pasó en un primer curso que di para el Jardín Botánico, una participante me dijo: ¡Uy!  descubrí que tenía un balcón en mi departamento! Mucha gente se va temprano a la mañana y no tiene tiempo para su balcón o patio. Ahora descubren y les encantan las plantas y muchos decidieron hacer una huerta.

Laya de doble mango, Benicarló, España

-¿Se mantendrá este entusiasmo?

-Vamos a ver qué pasa con la falta de tiempo, cuando todo el mundo vuelva a sus actividades y dejen un poco sus casas o si se queda el home office.

Nos cambiaron las reglas de juego, nunca se estuvo tanto en casa y tuve muchas más consultas que antes por redes y por dar cursos, porque “los urbanos” no están muy acostumbrados a manejar los tiempos biológicos.

-¿En qué sentido?

-Hay menos paciencia en “los urbanos”, en los chicos uno lo entiende porque no tienen capacidad de espera, a veces pasa con los chicos que sembras una semilla y al ratito vuelven a ver si ya germinó porque no tienen idea del tiempo que lleva que una semilla germine y que dé su fruto. Lleva meses.

-¿Es como la diferencia entre una maratón y una carrera de 100 metros?

-Si, esta es una carrera de fondo, de largo aliento que se va disfrutando y los que han tomado estos cursos o buscan aprender por internet también en muchos casos recuerdan su historia familiar. Porque muchos tienen abuelos italianos, españoles, sajones o gente del interior con ascendencia indígena que en algún momento de su infancia esto lo vivieron y lo compartían. Y en algún lugar lo llevaban guardado y con la cuarentena volvió.

Clase MDQ Clase huerta en Mar del Plata

-¿Y qué historia te llamó más la atención?

-Es impresionante el caso de un chef de una familia italiana; su abuelo se había muerto y en el fondo de un baúl de su abuelo encontró semillas que había traído su abuelo desde Italia, semillas de “peperoncino”, un condimento picante, clave de la cocina italiana. Estaban adentro de un papel de diario y la sorpresa fue, cuando retomaron el trabajo de huerta por la cuarentena, que las semillas estaban vivas y la abuela volvió a comer lo que no comía desde hacía 40 años, ese sabor único, de esa variedad de peperoncino que acá no se consigue!

-¿Qué recomendas plantar para no abandonar el cultivo, para ver en un tiempo razonable el resultado de lo que se siembra?

-La recomendación es hacer cultivos que no demanden una atención constante, aunque a la huerta hay que estar mirándola todo el tiempo porque no son cultivos espontáneos o silvestres sino cultivos que uno pone especialmente ahora para una persona que sembró por ejemplo en el balcón o en el patio y que quiere ver inmediatamente un resultado para no abandonar esa práctica.

Para el urbanista lo mejor es empezar con plantines y no con semillas, porque con el plantín ya te ahorras un mes y medio y el que nunca cultivó nada siente que esa lechuga es totalmente de él y él se siente seducido y cuando la cosecha siente ese placer por cosecharlas y llevarlas a su mesa y notan la diferencia del sabor, de lo propio.

Cuando ya está enganchado en el segundo ciclo ya se puede planificar una siembra con más tiempo y sabiendo que va a tener que esperar a que germine y se vea la hoja.

Hasta los productores de flores este año se pusieron a producir plantines de hortalizas Porque se dieron cuenta que vendían plantines de hortalizas y no de flores.

Gaby Escrivá, Huerta en Benicarló Integración de mujeres de diferentes culturas

Viva la Tierra indagó sobre el dato aportado por Gabriela Escrivá y la cifra es sorprendente.

La Germinadora fundada en 1918 es una de las empresas productoras de semillas de hortalizas y flores más importantes del país. Durante la cuarentena, el local de Villa Urquiza la venta de semillas de hortalizas creció un 380%.

Todo para huertas caseras, Alejandro Pagani de La Germinadora de Urquiza cuenta que lo mismo pasó en el 2001.

“En el 2001, mientras todos estaban en crisis nosotros trabajábamos a cuatro manos, cuando la gente huele la crisis empieza a hacer huertas y lo hacen como hobby o como un instinto de supervivencia, dice Pagani y da más detalles.

No compran semillas de flores para jardín como en otros países, es consumo de semillas para huerta al estilo de los inmigrantes italianos y españoles.

Y la gente que vende por MercadoLibre nos comentó que nunca en la historia vendieron tantas semillas para huertas para cultivar las propias verduras”.

Las semillas que más se vendieron fueron las de hojas por una cuestión de época, rúcula, radicheta, lechuga y espinaca. ¡Todo eso voló, se vendió todo!

En julio del año pasado vendieron exactamente 1633 sobres de semillas de hortalizas, en julio de este año 6400 sobres.  ¡380% de aumento en solo local de una sola empresa!

Sin embargo, es sabido que lo que se cultiva en un balcón o un patio difícilmente cubra el consumo de un hogar.

-Entonces Gabriela, ¿cómo sigue la huerta para consumo personal?

-Está claro que lo que uno siembra o planta en su balcón o patio no va a alcanzar para abastecer toda la alimentación de un hogar entonces se complementa con la verdulería del barrio. Sabiendo esto, en el balcón o patio de casa conviene plantar lo que me gusta comer y el resto lo compró en la verdulería.

En el balcón puedo tener las hojas para ensalada y siempre con cuidado con el sobrepeso, la sobrecarga y la orientación.

También se puede apuntar a las aromáticas que le van a dar un toque único a las comidas.

Con respecto a la orientación, los que pasaron la cuarentena con un balcón al sur no vieron el sol.  Recién ahora después del solsticio de invierno, después de 6 semanas, notarán más horas de sol, pero les tocó la cuarentena con lo más difícil.

La Adela Huerta familiar en Spegazzini

-¿Y dentro de las aromáticas cuáles pondrías como caballito de batalla?

-Como caballito de batalla van a ser siempre esas que se ponen en macetas lindas de cerámica como el romero, perejil, orégano y ciboulette que gustan tanto a los argentinos, pero es muy importante que tengan en cuenta que algunas son plantas que en estado natural son grandes y en macetas chicas sufren y no rinden bien. Y por supuesto depende mucho de la orientación, las horas de sol y el mantenimiento.

Las aromáticas en general andan bien, pero depende mucho de la dedicación.

-¿Y qué crees que va a pasar con las huertas caseras, será una distracción por la cuarentena o quedará?

-Creo que esto va a pasar por un tamiz y que no todo el mundo que se enamoró de la actividad va a seguir, pero muchos van a quedar, creo que después de esto va a quedar un cambio importante por ejemplo en la gastronomía porque la gente probó sabores nuevos al cocinar en su casa y valorar la cocina propia y también con el cultivo propio.

Además, en la jardinería la gente se reencontró con momentos que vivía con sus abuelos y tíos que los llevaban a un jardín y creo que esto va quedar para bien.


¤Gabriela Escrivá es Técnica en Floricultura y Jardinería, egresada de la Facultad de Agronomía de la UBA. Estudió Biología en la Universitat de Barcelona (España), dónde conoció las técnicas de cultivo ecológico.

¤Fue docente de la cátedra de Jardinería de la Facultad de Agronomía (UBA) y del curso de extensión universitaria “Horticultura Orgánica de Autoabastecimiento” en la Facultad de Agronomía (UBA).

¤Es directora de Ecoeducativa. www.ecoeducativa.com

¤Es autora de los libros “Huerta Orgánica”, “Huerta Jardín Orgánica”, “Huerta Orgánica en Macetas”, “Jardín Orgánico”, “Plantas Aromáticas”, “Manual de Huerta Orgánica” y “Huertas Orgánicas” (2015) de Editorial Albatros.

¤La germinadora: ventasurquiza@lagerminadora.com.ar

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El autor

Juan Miceli

Juan Miceli

Periodista.
Paisajista. Egresado de Pampa Infinita.
Técnico en Producción Agropecuaria.
Licenciado de Relaciones Internacionales.

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